Un niño o una niña de 6 años, con un entorno familiar y escolar adecuado, tiene un lenguaje expresivo (palabras que usa habitualmente) de unas 2.600 palabras y un vocabulario receptivo (palabras que entiende) de 20.000 a 24.000 palabras.
Un niño adoptado a los 5 años, cuya lengua materna fuera diferente, tendría que aprender un promedio de 54 palabras nuevas todos los días con el fin de igualar las habilidades de comprensión del lenguaje de sus compañeros de 6 años. Además, mientras que el niño adoptado se está poniendo al día, sus amigos de 6 años, ya han añadido un promedio de 5.000 palabras a su vocabulario.
En resumen, esperar que los niños mayores adoptados alcancen en un plazo de 1 a 2 años a sus compañeros en las competencias del nuevo idioma es un poco complicado.
Lo que suele ocurrir es que mientras los demás alumnos avanzan a un determinado ritmo, ellos parece que se estancan después de un momento inicial sorprendentemente rápido de aprendizaje de la nueva lengua. Esto es debido a lo que se conoce como Déficit Cognoscitivo Acumulativo y es importante conocer sus implicaciones en el aprendizaje escolar para tener expectativas realistas y no ser injustamente punitivos con los niños, tanto desde la escuela como desde la familia.