¿Año nuevo, vida nueva?

Marga Muñiz Aguilar

A principios de año muchas personas hacen planes para cambiar cosas en sus vidas, aunque según un estudio de la Universidad de Scranton en Pennsylvania, el 91% de las personas fracasan en su intento.

Una de las razones radica en no diferenciar entre un deseo y un compromiso. 

El Deseo es una esperanza o anhelo de que algo suceda, a menudo sin un camino claro para lograrlo. Es pasivo y a veces surge de lo que es socialmente aceptable en lugar de una necesidad interna. Se centra en el resultado final (ej. «quiero ser bilingüe») pero ignora el proceso necesario para llegar allí. Suele ser efímero; si no se cumple por «magia» o suerte, tiende a abandonarse rápidamente. 

El Propósito, en cambio, es una determinación firme de realizar una acción o cambio, fundamentada en un «para qué» profundo. Involucra un plan de acción concreto y pasos específicos (objetivos) para ser alcanzado. Se centra en el compromiso y la disciplina diaria, aceptando que el cambio requiere esfuerzo y consistencia. Se fortalece con el tiempo si hay constancia, transformándose en hábitos a largo plazo. 

CaracterísticaDeseoPropósito
AcciónPasiva (esperar)Activa (hacer)
PlanificaciónInexistente o vagaDetallada y realista
CompromisoBajo (depende de la motivación)Alto (depende de la disciplina)
OrigenEmoción o impulsoReflexión y valores internos

En conclusión, si quieres que un deseo se convierta en propósito este 2026, es fundamental definir metas pequeñas, establecer un calendario de trabajo y actuar con consistencia incluso cuando la motivación inicial disminuya. 

Veamos un ejemplo: Mejorar tu bienestar digital.

Consiste en establecer límites claros con la tecnología para recuperar tiempo y reducir el estrés. Puedes empezar con acciones concretas como:

  • Activar el modo «No molestar» una hora antes de dormir para mejorar la calidad de tu sueño.
  • Limitar el uso de redes sociales a un máximo de 30-60 minutos al día usando las herramientas de bienestar digital de tu teléfono.
  • Dedicar tiempo a un hobby desconectado, como leer, cocinar o hacer ejercicio, sin revisar el móvil.

Para ayudarte a gestionar mejor tu tiempo, puedes usar herramientas como Google Calendar para bloquear espacios de «tiempo profundo» o descargar aplicaciones de enfoque.

Si todo esto es fundamental en el caso de personas adultas, lo es igualmente para los menores, adolescentes y jóvenes que han sufrido Adversidad en la Infancia Temprana. No podemos esperar cambios en nuestros hijos en este nuevo año si no les enseñamos la diferencia entre tener un deseo y tener un propósito.

Evidentemente, sus casos van a ser más complicados porque generalmente tienen habilidades cognitivas deficitarias, como las Funciones Ejecutivas, pero con un entrenamiento sistemático y consistente se pueden conseguir más objetivos que si solamente son buenos deseos.

Recuerda que si quieres conseguir cambios en 2026 tienes que hacer algo diferente para no formar parte de ese 91% de personas que se proponen objetivos para el nuevo año pero no los consiguen.